Agua

En Argentina, la consigna popular “el agua vale más que el oro” nació al oeste a lo largo de 10 años de destrucción de ecosistemas, bienes naturales y pueblos de la Cordillera de los Ándes en manos de superpotencias mineras extranjeras instaladas con contratos millonarios y eternos.
La contaminación en el agua y el aire, el retroceso de las economías agrícolas locales y los desvíos y usos abusivos de los ríos y cursos de agua subterránea de deshielo, fueron impactando sobre los modos de vida de las poblaciones cordilleranas además de provocar el retroceso irreparable de la biodiversidad, las nacientes del agua y los ecosistemas de alta montaña (únicos y milenarios).

En 2007 la Diputada Marta Maffei trabaja junto a ECOSUR y técnicos y profesionales del país en una ley para relevar, proteger y monitorear los glaciares y el ambiente periglacial.
Pese al apoyo por unanimidad de todos los legisladores y la expresión popular, esta vez ya expandida por todo el territorio, la ley fue vetada totalmente por la presidencia (caso único en la historia del país).
A pesar de esto la consigna SI A LA LEY DE GLACIARES cobró fuerza y no hubo forma de pararla.
Hoy Argentina tiene protegidos para siempre sus glaciares y nacientes de agua cordillerana, única ley en el mundo.
La rueda se cerró justo donde comenzó a andar: el reclamo popular, la denuncia en espacios legitimados y la organización en propuestas legislativas protectoras de los recursos y a la vez conductoras hacia un modelo de producción sustentable justo. Los pueblos pudieron, la vida pudo.

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